
Practicar yoga tiene muchísimos beneficios físicos y emocionales, entre los que destacan perder peso, mejorar la energía, aliviar tensiones y contracturas, y mejorar la flexibilidad y postura.
Practicar yoga tiene muchísimos beneficios físicos y emocionales, entre los que destacan perder peso, mejorar la energía, aliviar tensiones y contracturas, y mejorar la flexibilidad y postura.
Se trata de una asana muy básica que es perfecta para iniciarse en el yoga. La postura de guerrero endurece los músculos de los tobillos, muslos, glúteos y pantorrillas. También fortalece las zonas de los tobillos y las rodillas y mejora la movilidad de los hombros.
Es una postura de transición y de descanso que se utiliza con muchísima frecuencia. Fortalece la musculatura de la espalda, abdomen, piernas, brazos y cuello. Esta asana previene y elimina dolores articulares en rodillas, hombros, caderas, cuello y espalda.
Como se trata de una asana que se hace hacia un lado, hay beneficios que se obtienen solo en una parte del cuerpo, por lo que es imprescindible repetir hacia el otro lado. Dentro de sus beneficios está tonificar los músculos, estirarlos y fortalecer la espalda.
Esta postura trabaja la apertura de caderas y estira los músculos de los muslos y de la espalda. También fortalece los músculos de la parte inferior de la espalda, glúteos, isquiotibiales y gemelos y flexibiliza la cadera, piernas y rodillas y pectorales.
Esta asana fortalece la zona lumbar. Además abre el pecho, los hombros, el cuello, la espalda y los abdominales. Estimula los órganos abdominales, reduce la ansiedad y la depresión. También mejora el metabolismo.