Este 22 de septiembre, se llevó a cabo el Equinoccio (de otoño, en el hemisferio Norte y de primavera, en el hemisferio Sur); una fecha en la que el día y la noche tienen aproximadamente la misma duración.
Esto se debe a que el Sol está situado en el ecuador celeste, es decir, la línea imaginaria que divide a la Tierra); y es así como nuestro planeta se parte en dos mitades (una de luz y otra oscura).
Es un evento con muchos simbolismos, ya que también marca el inicio de una nueva estación. Todo está muy relacionado con la armonía y el balance; es tiempo de despedirse de lo viejo y darle la bienvenida a una nueva etapa.
Para que le saques el mayor provecho posible, te dejamos un ritual que puedes realizar tiempo después del equinoccio y sin importar en qué hemisferio estés.
Elementos necesarios
- Una vela (sin importar su color)
- Una escoba
- Un incienso de algún aroma amaderado, como sándalo, si vives en el hemisferio norte; o un aroma floral, como rosas o lavanda, si vives en el hemisferio sur.
Paso a paso
- Realiza este ritual en la noche, después de haber hecho todas tus actiivdades, para que estés más tranquila y en paz.
- Prende la vela y métete a bañar con agua caliente para relajarte. Imagina cómo el agua te limpia y te purifica.
- Salte de bañar, vístete y ahora toma la escoba. Empieza a barrer tu casa y saca todo lo que se acumule por la puerta principal.
- Cuando acabes, cierra los ojos y di en voz alta: "Me despido de lo viejo y de este ciclo. Le doy la bienvenida a lo nuevo y a este cambio de estación".
- Prende el incienso y pasea por toda tu casa para que el humo limpie las energías.
- Apaga la vela y vete a dormir con la certeza de que algo muy bueno viene para ti.