
Las pulseras permiten forjar tu propio estilo, plasmando en ellas tu personalidad.
Por ello, debes modelarlas de la mejor forma posible, según tu intención.
En principio, no más de 2 piezas a la vez. A partir de eso, elige cómo te gustaría combinarlas.
Jugar con los colores y estampados es la parte más divertida: el blanco y el negro combinan con todo, el azul cielo con amarillo o rosa pastel pero el azul fuerte con naranja, rojo o fucsia, el rosa con el gris, el verse con tonos tierra y el rojo con el rosa.
Y lo más importante: ¡ojo con los materiales! No te olvides de las texturas, ni el brillo, ni tampoco el tacto: cuero con cuero, oro con oro y plata con plata.
¿Estás lista para innovar con tu colección de pulseras?