
La fibromialgia está caracterizada por un dolor crónico en tendones, músculos, huesos y articulaciones que afecta todo el cuerpo, genera fatiga, problemas de memoria, hipersensibilidad insomnio, entre otros.
Lo bueno es que aunque este padecimiento no tiene cura, un estudio realizado por la Health and Science University de Oregon, ha demostrado que tras ocho semanas, las mujeres que participaron en el estudio y que practicaban yoga, pudieron reducir las alteraciones del sueño, la depresión, la pérdida de memoria y la ansiedad.
Y esto se debe a que con el yoga se realizan diversas actividades como el estiramiento físico, mantener el equilibrio, distribuir correctamente la fuerza en el cuerpo y la correcta ejecución de cada asana, que ayudan a corregir tu postura, además de la meditación que incide en el sistema nervioso y con ello se alivian algunos de los aspectos que esta enfermedad trae consigo.
Desde luego para iniciarte en esta disciplina debes acudir con un experto que pueda entender cuáles son las necesidades que tiene tu cuerpo y así poco a poco ir recorriendo el camino que te permita avanzar con posturas que requieren de un mayor grado de dificultad.
Recurre a un maestro de yoga que será la persona con las actitudes necesarias para ayudarte a sobrellevar la fibromialgia con esta disciplina, y también particípale a tu médico de cabecera las intenciones de practicar esta.