
Quitar la húmedad de las paredes no es tan díficil como crees. Más allá de los productos del mercado, debes aprovechar las ventajas de los remedios caseros y naturales. No solo te ayudarán a mejorar el aspecto de tu hogar, sino también a prevenir afecciones respiratorias. Te presentamos 2 opciones efectivas y super económicas.
En la primera opción, emplearemos el bicarbonato de sodio, que tiene el poder de absorber la humedad y neutralizar los malos olores. Además, sus propiedades antifúngicas se encargan de eliminar el moho de un modo práctico y sencillo.
Ingredientes:
- Medio vaso de bicarbonato de sodio
- Un vaso de agua
- Un frasco con pulverizador
- Un trapo
Procedimiento:
- Vierte el bicarbonato de sodio y el agua en el interior del recipiente con pulverizador.
- Rocía la mezcla sobre las superficies donde hayan aparecido las humedades y deja que actúe durante unos 10 o 15 minutos.
- Pasado ese tiempo pasa un paño limpio y húmedo por la zona para eliminar los restos de moho y bicarbonato y, finalmente, seca el área con otro trapo.
- Recuerda que podrás llevar a cabo esta acción varias veces si fuera necesario.
Una segunda opción es el vinagre blanco, que te ayudará a poner fin a las humedades en las paredes a causa de su poder para matar la inmensa mayoría de las esporas del moho y acabar con las bacterias.
Ingredientes:
- Un vaso de vinagre blanco
- Un frasco con pulverizador
- Un trapo
Procedimiento:
- Coloca el vinagre blanco dentro del frasco con pulverizador y rocíalo por las paredes de los baños y cocinas donde haya aparecido la humedad.
- Deja que haga efecto durante toda una noche.
- A la mañana siguiente retira los restos con un trapo húmedo y después seca la zona por completo.