Antes de seguir cualquiera de estos consejos debes verificar que tu perro no tiene un problema grave de salud, que tan solo se trata de un síntoma que puede superar en casa, en caso de lo contrario debes acudir al veterinario si los vómitos perduran por más de 48 horas.
Bicarbonato de sodio y agua: las burbujas pueden calmar el estómago y ayudar a reducir la hinchazón y la sensación de náusea, añade una cucharadita de bicarbonato de sodio a media taza de agua, dale a tu perro algunos sorbos de esta mezcla cada dos horas aproximadamente.
Kéfir: el kéfir es una bebida de leche fermentada que, al igual que el yogur, ofrece probióticos beneficiosos, que son bacterias intestinales que pueden ayudar en la digestión y la salud en general, después de que tu perro vomite, proporciona algo de kéfir una vez por hora durante unas tres horas. Para perros pequeños, proporciona 1 a 2 cucharaditas. Los perros medianos pueden tener hasta 2 cucharadas, mientras que los perros más grandes pueden tener hasta 4 cucharadas.
Jengibre: Coloca una cucharadita de jengibre en polvo o 1 cucharada de jengibre rallado en una olla con media taza de leche de coco, cocina a fuego lento durante 10 minutos, dale a tu cachorro de 1 a 3 cucharaditas de té de jengibre cada 1 o 2 horas.
Olmo resbaladizo: El olmo resbaladizo, también conocido por su nombre científico Ulmus rubra, es un tipo de olmo originario de varias partes de América del Norte. Está disponible como un suplemento para perros y es una especie de cura para los problemas digestivos, como náuseas, malestar estomacal, diarrea y heces fecales.