
Anitta siempre sorprende, pero en esta ocasión se ¡pasó! y es que encontró la fórmula para mantenerse siempre en la palestra pública.
Anitta con la sensualidad por bandera y la provocación como espejo del alma, lo ha vuelto a hacer.
Esta vez en el hotel y en su habitación, mostrándonos en esta secuencia cómo se vestía de gala para un evento mientras sus acompañantes se arreglan a su espalada.
Nada se oculta, todo está a la vista… y vaya que sí: fíjense cómo se las gasta Anitta una vez más.