
Cuando Cardib comienza a bailar, parece que su retaguardia toma totalmente el control y tiene vida propia.
Es que no hay manera que una persona normal pueda moverse de esa forma: Por un lado su cuerpo, por otro su retaguardia. ¡Dios mío!
Verla bailar o hacer twerking es un espectáculo que sólo habíamos visto en Latinoamérica en los concierto de Anitta, otra diosa.
Impresiona ver cómo una va hacia un lado y luego la otra se mueve, como si estuvieran poseídas o fueran entes independientes. ¡Wow!
Cardib es todo un personaje y su manera de moverlo es, nos atrevemos a decir, histórica. ¡Una cosa que se mira y no se cree!