
Los bailarines de Anitta la retaron en un concierto a hacer twerking y la diva les enseñó, definitivamente, quién es la que manda.
Al ritmo de un contagioso ritmo, Anitta hizo una de sus mejores actuaciones y, pese al esfuerzo de su equipo, les ganó con ventaja.
Mientras ellos hacen su intento, Anitta los observa divertida, y cuando le toca el turno, no hay quién la pare ¡Mamita!
Con su increíble súper poder para mover un solo glúteo, terminó de derrotarlos, ante los aplausos de un cada vez más impresionado público.
Anitta es la reina de twerking. Y es que con ese sabor brasileño, y la samba corriéndole por las venas, es maravillosa.
¡Diosa!