
Hacer helados caseros no es difícil y sin dudas, trae muchísimos beneficios. Puedes hacerlo del gusto que quieras, aunque en esta oportunidad, utilizamos el básico, la vainilla. Manos a la obra.
El helado casero no solo es más rico y suave que el artificial; con él, controlas por completo todos los ingredientes y ahorras estabilizantes, colorantes y aromas. Aunque son del todo inocuos, solo son necesarios para que los helados comerciales aguenten meses almacenados en supermercados y tiendas.
Asimismo, hacer el helado en casa es muy conveniente para quien tenga alguna intolerancia o alergia alimentaria, o problemas de azúcar. Puedes elaborarlos con ingredientes sin lactosa, sin huevo, con un control total de que no tengan gluten e incluso sin azúcar.
La pureza de sabores que se consigue en un helado casero no la encuentras en ningún helado de supermercado. Siempre será más conveniente optar por unos minutos en casa y terminar disfrutando de una explosión de dulce en la boca al final de la receta.
Ingredientes (para 6 porciones)
- 290 ml de nata para montar (>35% grasa)
- 290 ml de leche evaporada
- 3 yemas de huevo
- 90 g de azúcar
- 1 cdta. de extracto de vainilla o las semillas de ½ vaina
Procedimiento:
- Mezclar las yemas con la leche, el azúcar y la vainilla, y calentar suavemente directamente sobre el fuego. La nata se monta y se mezcla después.
- Remover sin parar con unas varillas o cuchara de madera hasta que espese (si tienes termómetro, esto ocurre a partir de los 72-75º, pero no debes pasarte de 85º). Rascar el fondo continuamente, ya que es donde tiende a cuajar la mezcla con mayor rapidez, como en cualquier natilla. Cuidado con los grumos, si aparece alguno puedes meter luego una batidora de mano.
- Tapar el cazo con plástico de cocina, tocando la superficie para que no forme piel, y dejar enfriar por completo. Meter la mezcla en el frigorífico toda una noche para asentar el sabor.
- Cuando la mezcla esté bien fría, montar la nata hasta que esté semidura (cuidado con pasarse y convertirla en mantequilla). Mezclar la nata semimontada con movimientos envolventes. Enfriar de nuevo una media hora.
- Poner en marcha la heladera y verter la mezcla anterior. Deberá estar lista en 10-15 minutos si la heladera es suficientemente potente.
- Rebañar bien la heladera con una espátula y pasar el helado blando a un recipiente hermético para meterlo en el congelador a que acabe de endurecer.