
Consumir comida recalentada podría ser muy malo para la salud, sobretodo si se trata de comida grasosa o muy condimenta.
Esto se debe a una pérdida de nutrientes (vitaminas y minerales) en las comidas que no es recuperada al volver a ser calentada para ingerirla.
Además, propicia la aparición de microorganismos toxinfecciosos que pueden actuar sobre la comida que es dejada al medio ambiente y ser un riesgo para la salud.
Estas son las responsable de producir dolores estomacales, embalonamiento, diarreas (en casos severos).
Para los profesionales de la salud, los productos que nunca deben ser recalentados son los embutidos (hotdog y derivados) y las carnes, porque forman compuestos tóxicos para el organismo.
Teniendo en cuenta esto, ¿seguirás recalentando la comida?