
El dolor de huesos puede afectar a cualquiera: la salud del sistema óseo depende de muchos factores, como hacer ejercicio o seguir una alimentación rica en calcio y vitamina D.
Aún así, la osteoporosis es lo que provoca que las lesiones sean más frecuentes, teniendo los huesos tan débiles. Sobretodo, aparece en personas grandes.
Ante esta situación, lo importante es conseguir fuerza en los huesos. Una posibilidad es consumir alimentos ricos en vitamina D, los cuales favorecen la absorción del calcio; aparecen más que nada, en los pescados azules, como el salmón.
El aceite de bacalao es otra opción: se ha usado durante mucho tiempo tratar la artrosis, una enfermedad crónica que afecta la superficie de las articulaciones (las desgasta) y provoca dolor cuando los huesos se rozan.
En forma de té o compresas, el jengibre es un remedio natural de propiedades analgésicas y antinflamatorias. ¡Incluso, es igual de efectivo que un ibuprofeno!
Por último, la ortiga y la manzanilla tienen propiedades diuréticas que ayudan a desinflamar las zonas afectadas por dolor articular o de huesos. Lo más habitual es tomarlas en infusión.
Puedes probar estos remedios para aliviar el dolor pero si este aumenta, no dudes en ir a un profesional de la salud.