
El horno es más que un electrodoméstico: posee muchísimas ventajas que seguramente no conoces.
Estamos acostumbrados a las milanesas o pollo fritos, en su velocidad por cocinarse con mucho aceite o incluso su olor tan tentador de fritura, pero lo cierto es que no es tan sano como crees.
El horno potencia el sabor de la comida por su calor seco y uniforme en toda la superficie del alimento.
No solo eso, también conserva los nutrientes: 100% los minerales y 95% las vitaminas.
Sin dudas, usa menos grasa. Ya el propio alimento suelta su jugo. Por eso, es tan sano para el organismo humano.
Con el horno, podemos tener los alimentos casi listos y darles el punto final antes de servir. ¿Ahora qué eliges?