
La amigdalitis es la lnflamación de las dos almohadillas de tejido ovaladas que se encuentran en la parte posterior de la garganta. Suele estar ocasionada por una infección viral, aunque también puede ser bacteriana.
Los síntomas incluyen dolor de garganta, dificultad para tragar y nódulos linfáticos sensibles. El tratamiento puede variar pero hay remedios totalmente caseros y naturales para probar.
El limón es un recurso clásico de efecto antiviral, antibacteriano y antioxidante. Puedes hacer gárgaras con el zumo de medio limón y una cucharadita de sal, tres veces al día.
Una gran opción es el gordolobo, útil para desinflamar las amígdalas, aliviar la garganta y ablandar la tos seca. Se puede combinar con el llantén o la malva. Tómalo en infusión, unos 2 o 3 vasos al día, en jarabe o en extracto líquido.
Sino, también el pino silvestre: tómalo en infusión, 2-3 vasos al día, en forma de jarabe, 40 gotas diarias, o como extracto líquido en 3 tomas al día.
Las raíces y los extremos floridos de la equinácea aportan valiosas virtudes inmunoestimulantes y antivirales y pueden ayudar a bajar la fiebre. Préparalo en decocción con malvavisco, 2 vasos al día. También puede ser en forma de cápsulas, de jarabe o de spray combinado con propóleo.
¡Hazlo y deja de sufrir por la amigdalitis!