
Cepillarse los dientes es una parte importante de la higiene bucal rutinaria.
Para tener una sonrisa brillante y bien blanca, lo mejor es hacerlo dos veces el día y con un cepillo de cerdas suaves, el cual debes reemplazarlo cada tres meses. ¡Y usa siempre una pasta dentrífica fluorada aceptada por profesionales!
La técnica adecuada para cuidarlos (y no lastimarte) es colocar el cepillo de dientes formando un ángulo de 45° con las encías.
Muevelo adelante y atrás suavemente con movimientos cortos que cubran los dientes por completo. Siempre cubre las superficies exteriores, las interiores y las de masticar.
¡Hasta la lengua es importante cepillar! Así, eliminarás las bacterias y mantendrás el aliento fresco.
Pero además de usar cepillo de dientes con dentrífico, limpialos a diario con seda dental porque las bacterias que causan la caries sobreviven entre los dientes, allí donde las cerdas del cepillo no llegan. Ni hablar de visitar frecuentamente al dentista para chequeos.
¿Ahora estás listo para no meter la pata en el cepillado de dientes?